Este texto no es sobre turismo, sino una mirada hacia atrás a un momento en el que casi nos mudamos a Malasia.
En 2015 trabajaba en Comparaencasa.com, un comparador online de seguros de auto en Argentina. Pero al volver de una semana de vacaciones en diciembre, el mismo día que me reincorporé, el CEO me avisó que me despedían (la única vez en mi vida). A pocas semanas de las fiestas… un amor de persona.

La empresa venía remando en dulce de leche, con todas las restricciones del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y ya se le estaba haciendo difícil levantar capital. No recuerdo exactamente las excusas que me dieron, pero lo curioso es que durante los siguientes dos años siguieron usando la misma estrategia que yo había desarrollado: SEO, SEA y email marketing. 🤡
Pasaron las fiestas y empecé a postularme a distintos trabajos. En Argentina la cosa estaba difícil: comenzaba el gobierno de Mauricio Macri, y muchas empresas estaban en pausa, esperando ver qué medidas se tomaban. Así que decidí ampliar la búsqueda a otros países. Fue así como llegué a una web (que ya no existe) que publicaba ofertas de marketing digital de todo el mundo. Ahí encontré una posición muy similar a la que tenía, pero en un comparador de Malasia: iMoney.
Apliqué y al día siguiente ya tenía mi primera llamada. Seguí avanzando en el proceso, pero finalmente no se dio. Aun así, quedé en contacto con el equipo. Siempre me quedó la duda de qué habría sido de nosotros si ese trabajo se concretaba y nos mudábamos a Kuala Lumpur. En ese momento, la ciudad estaba en pleno auge y todo apuntaba a que tenía mucho futuro.
Este año, casi diez años después, pudimos visitar Malasia. Y después de unos días, mi primera conclusión fue: menos mal que no nos mudamos acá. Es un lugar interesante para hacer turismo, pero no me imagino viviendo ahí. Sentí que no encajaría del todo con la sociedad ni me sentiría cómodo a largo plazo. Muy distinta fue la impresión que nos llevamos de Singapur. Hoy pienso que si nos hubiéramos mudado a Malasia, probablemente al año o dos hubiéramos buscado emigrar a Singapur o a algún otro país de la región… o quién sabe dónde.

Esto no es una nota de viaje sobre el país, sino más bien una reflexión personal que quería dejar por escrito. Aunque ese puesto de Regional Paid Media Manager no se concretó, el contacto con los fundadores de iMoney resultó valioso. De hecho, tres años después, cuando ya habían vendido la empresa, uno de ellos regresó a Europa y me ayudó con una intro a otros founders del continente cuando le comenté que estábamos evaluando emigrar.
Es increíble cómo da vueltas la vida. Malasia no me gustó para vivir (la encontré caótica, desordenada y con un urbanismo que no me termina de cerrar) aunque para visitar está bien. Cuestión de gustos.