Quiénes ya han visitado el norte de Argentina, especialmente provincias como Salta y Jujuy, saben que estos destinos turísticos son mucho más que sus paisajes. Son también su cultura, su gastronomía, su gente.
Esto es sin duda un condimento más, una razón más que valedera para decidirse a hacer ese viaje que hace tiempo estás soñando.
Y uno de los sitios en donde podrás experimentar esta sensación de cercanía, de bienvenida al turista es en Tilcara, Jujuy.
Allí, todo está dispuesto para conmover al viajero, para hacerlo sentir como en su casa. Pero hay algo más en Tilcara: Taller Emilio Haro Galli, el museo que resume todo el espiritu norteño, a través de obras artísticas de alto impacto.
“Utama”, que en lenguaje aymará significa tu casa, es el nombre elegido para este especial centro cultural, en donde se percibe una atmósfera cálida y familiar, en donde no falta el color.
El lugar en donde está situado no es casual: en la calle Belgrano 425, cerca de la plaza y de los otros atractivos que forman parte del recorrido de todo turista. De este modo, Utama es convocante y espera con sus puertas abiertas para todo aquel que lo desee.
Emilio Haro Galli es un artista destacado, que es un símbolo del norte gracias al talento y a la gracia con que ha sabido representar los paisajes cotidianos de Tilcara y del norte en general. Pero no conforme con eso, también se ha dedicado a manifestar la vida del pueblo, sus creencias y su cultura y por ello es tan apreciado. Si bien sus obras se encuentran expuestas en varios lugares, su “lugar en el mundo es Tilcara, en donde vive desde al año 1999.
La experiencia de entrar al museo a muchos puede parecerle un retorno a la niñez, ya que allí hay muchas cosas en miniatura, hay una invasión alegre y festiva de colores, de fotografías y cuadros.
Las esculturas de personajes típicos no son nada ajenas a la realidad, muestran rostros vivos, trabajadores, curtidos por la vida en medio de los cerros. Quizás dichas esculturas son algunas de las cosas que más conmueven ya que allí no sólo está resumida la creatividad y virtuosismo del autor, sino también la vida misma del pueblo.
Entonces, sencillamente puede decirse que allí nos aguarda un “mini mundo” de Tilcara, en esas paredes en donde está envuelto el talento de Haro Galli.
El museo esta abierto todo el dia, sin embargo, se recomienda no dejarlo para el último, ya que hablar con este artista es algo magnifico para descubrir el espíritu tilcareño, para comprender muchas cosas y formar parte de las costumbres. Su presencia, sus relatos y cuentos son una experiencia para no perderse, una viva muestra de la calidez del norte.
No te vayas del museo sin comprar alguna artesanía realizada por el mismo Haro Galli. Hay varias piezas de cerámica para elegir de los personajes populares como por ejemplo las señoras tejiendo, los hombres con sus llamas o sus vides, así como algunos motivos similares realizados en pintura.
