Desde San Salvador de Jujuy se llega a esta vía natural que asciende hacia el altiplano. Paisajes de color dan marco a un conjunto de pueblos, con casas de adobe, capillas históricas y ruinas prehispánicas, donde el tiempo parece haberse detenido.
Uno de los más bellos es Purmamarca, población indígena enmarcada por el Cerro de los Siete Colores, cuyos estratos reflejan diversas edades geológicas. Más adelante, en Maimará, hay una extensión de franjas de colores sobre las montañas, denominada «La Paleta del Pintor».