Oporto (en portugués Porto), una ciudad que emerge majestuosa en el norte de Portugal, es un tesoro de cultura, historia y vibrantes experiencias urbanas. Conocida por su vino de renombre mundial, puentes emblemáticos y una arquitectura singular. En esta nota hacemos un recorrido por los mas importantes.
- Puente Dom Luís I
- Catedral de Oporto (Sé do Porto)
- Capela das Almas
- Estación de São Bento
- Mercado do Bolhão
- Casa da Música
- Iglesia y Torre de los Clérigos
- Plaza de la Libertad (Praça da Liberdade)
- Murallas de Oporto
- Ribeira
- Palacio de la Bolsa
- Café Majestic
- Iglesia do Carmo
- Livraria Lello y Harry Potter
- Teleferico de Gaia
- Jardim do Morro
- Miradores
- El McDonalds más pintoresco del mundo
- Street Art: El Conejo de Bordalo II
Puente Dom Luís I
Un Icono entre dos mundos
El Puente Dom Luís I no es solo una estructura impresionante que conecta Oporto con Vila Nova de Gaia; es un símbolo de la ingeniería y el diseño del siglo XIX. Diseñado por el discípulo alemán-francés de Gustave Eiffel, Théophile Seyrig, este puente de dos niveles destaca por su majestuosidad y su integración armoniosa en el paisaje urbano y natural.
Al caminar por el nivel superior, los visitantes se ven recompensados con vistas panorámicas inigualables del río Duero (en portugués: Douro) y las colinas pintorescas que enmarcan la ciudad. Esta experiencia, completamente gratuita, ofrece una perspectiva única de Oporto y sus alrededores, permitiendo entender por qué la ciudad cautiva a tantos corazones.
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Sin embargo, la belleza y el encanto del puente vienen con sus desafíos. Las colinas empinadas y los escalones que conducen a sus accesos pueden ser un reto para algunos, especialmente durante los días calurosos de verano. Aunque esto puede disuadir a los visitantes con movilidad limitada, las alternativas como el teleférico de Gaia ofrecen soluciones para no perderse de esta experiencia emblemática.
El Puente Dom Luís I representa la unión perfecta entre la funcionalidad y la estética, siendo un testimonio de la innovación del pasado y un elemento clave en la experiencia de cualquier visitante en Oporto. Al cruzarlo, no solo se transita de una orilla a otra del río; se viaja a través de la historia, la cultura y la belleza incomparable de esta ciudad portuguesa.
El nivel más bajo se puede cruzar a pie o en auto; la parte alta podes recorrerla a pie o también utilizar el Metro de Oporto en su línea amarilla o línea D. Tengan especial cuidado si lo hacen a pie en su parte superior, el metro pasa seguido y no hay barandas de seguridad que separen el área peatonal con la parte donde circulan. Si viajan con niños, tengan especial cuidado.
Catedral de Oporto (Sé do Porto)
Un tesoro arquitectónico
La Catedral de Oporto, conocida localmente como Sé do Porto, se alza como un bastión de la historia religiosa y arquitectónica en el corazón de la ciudad. Con su construcción que data del siglo XII, esta imponente estructura es una mezcla sublime de estilos románico, gótico y barroco, reflejando las diversas etapas históricas y culturales de Portugal.
Al entrar en sus muros, los visitantes son recibidos con un ambiente de solemnidad y grandeza. Los claustros de la catedral, adornados con azulejos (azulejos) que narran historias bíblicas, no solo son un festín visual, sino también un viaje a través de la devoción y el arte portugués. La vista desde la terraza de la catedral ofrece una panorámica inolvidable de la ciudad, abarcando desde las serpenteantes calles del casco antiguo hasta el vibrante río Duero.
Aunque el esfuerzo físico requerido para explorarla puede ser considerable para algunos, las vistas panorámicas, el arte sagrado y la atmósfera de tranquilidad hacen que valga la pena cada paso.
Capela das Almas
Una joya azulejada en el corazón de Oporto
La Capela das Almas, o Capilla de las Almas, es una de las paradas más fotografiadas y emblemáticas de Oporto. Situada en una bulliciosa esquina de la ciudad, esta capilla se distingue por su impresionante fachada cubierta de azulejos azules y blancos, que narran escenas de la vida de San Francisco de Asís y Santa Catalina. Estos azulejos, conocidos como ‘azulejos’, son un elemento característico de la arquitectura portuguesa y ofrecen un vistazo a la riqueza cultural y artística del país.
Visitar la Capela das Almas es una experiencia única que permite a los viajeros admirar de cerca el arte de los azulejos portugueses. La entrada es gratuita, lo que hace que este lugar sea accesible para todos los que deseen explorar la belleza y la devoción que encierra. Su ubicación céntrica la convierte en un fácil punto de parada en cualquier recorrido por la ciudad, ofreciendo a los visitantes una muestra del patrimonio espiritual y artístico de Oporto.
A pesar de su belleza inigualable, la Capela das Almas presenta desafíos durante los momentos de mayor afluencia turística. Su popularidad puede resultar en que el espacio alrededor de la capilla se sienta abarrotado, especialmente en la temporada alta, lo que puede afectar la capacidad de los visitantes para disfrutar del lugar con tranquilidad. Además, el interior de la capilla, aunque espléndido, es relativamente pequeño, lo que limita el tiempo y el espacio disponible para los visitantes.
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Estación de São Bento
Historia portuguesa en azulejos
La Estación de São Bento es mucho más que una simple terminal de trenes. Este emblemático edificio, ubicado en pleno centro de Oporto, es una auténtica joya del arte del azulejo portugués. Su fachada exterior de estilo neomanuelino ya anticipa la grandeza que aguarda en su interior, donde más de 20.000 azulejos pintados a mano narran escenas históricas de Portugal. Caminar por sus pasillos es sumergirse en un museo viviente de la cultura y el patrimonio del país. La Estación de São Bento data de 1916 y su espectacular decoración interior tardó 11 años en completarse por el artista Jorge Colaço.
Los paneles de azulejos representan episodios clave de la historia lusa, desde batallas y conquistas hasta la vida cotidiana en el campo y la vendimia. Es un auténtico libro de historia ilustrado en cerámica. Los contrastes de luz resaltan los vivos colores azul y amarillo, creando un efecto hipnótico. No te pierdas el panel central que muestra los obreros trabajando en la construcción de la estación.
Aunque la estación continúa siendo un activo terminal de trenes, su verdadera atracción reside en poder admirar este tesoro artístico nacional in situ. Un paseo por sus andenes ornamentados se ha convertido en una actividad imprescindible para cualquier visitante en Oporto. La belleza de su azulejería ha trascendido lo utilitario para convertirse en todo un icono patrimonial.
Mercado do Bolhão
Un festín sensorial en el corazón de Oporto
El Mercado do Bolhão es una parada obligatoria para cualquiera que busque sumergirse en la vibrante escena culinaria de Oporto. Este bullicioso mercado es el alma de la ciudad, ofreciendo desde productos frescos hasta delicias tradicionales portuguesas, todo bajo el techo de un edificio histórico que rebosa carácter y tradición. Al entrar, los visitantes son recibidos con un caleidoscopio de aromas, colores y sonidos, cada puesto y vendedor contando su propia historia culinaria.
Explorar el Mercado do Bolhão permite a los visitantes interactuar directamente con los lugareños, aprendiendo sobre los ingredientes que forman la base de la gastronomía portuguesa y descubriendo secretos culinarios que han pasado de generación en generación. Es una experiencia auténtica que ofrece una visión única de la vida cotidiana en Oporto, además de ser una excelente oportunidad para probar y comprar especialidades locales a precios justos.
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Sin embargo, la popularidad del mercado también significa que puede llegar a estar bastante concurrido, especialmente durante las horas pico y en temporada alta. Esto puede hacer que la experiencia sea un poco abrumadora para algunos visitantes, con el espacio a veces sintiéndose apretado y la atmósfera, intensa. Además, la variabilidad de la experiencia según el día de la semana y la estación del año puede influir en lo que los visitantes pueden esperar encontrar.
Según algunos de los puesteros, el mercado ya no tiene el mismo encanto que años anteriores, dicen que la remodelación del mismo lo modernizó demasiado y que incluso algunos puestos quedaron fuera luego de este cambio.
A pesar de estos desafíos, el Mercado do Bolhão sigue siendo un destino imprescindible para quienes desean experimentar la esencia de Oporto. La oportunidad de sumergirse en su cultura culinaria y participar en el bullicio de la vida local ofrece una perspectiva inestimable que va más allá de los tradicionales recorridos turísticos. El Mercado do Bolhão no es solo un lugar para comprar comida; es un lugar para experimentar la verdadera alma de Oporto.
Casa da Música
Un icono de vanguardia en el paisaje cultural de Oporto
La Casa da Música se erige como un emblema de la modernidad y la innovación en Oporto, rompiendo con la tradición a través de su diseño arquitectónico audaz y su programación musical diversa. Desde su inauguración en 2005, este edificio icónico ha capturado la imaginación de tanto locales como visitantes, ofreciendo una variedad de actuaciones que abarcan desde la música clásica hasta el jazz y la electrónica.
El diseño de la Casa da Música, obra del arquitecto Rem Koolhaas, es una obra maestra de la arquitectura contemporánea, cuya forma única y vanguardista se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Al entrar, el visitante es transportado a un mundo donde la música y la arquitectura se entrelazan, creando experiencias auditivas inigualables gracias a la acústica excepcional del edificio.
Iglesia y Torre de los Clérigos
La torre con la mejor vista de la ciudad
La Iglesia de los Clérigos y su inconfundible torre barroca adjunta son dos de los grandes símbolos del Oporto monumental. La torre, con sus 76 metros de altura, fue durante mucho tiempo el edificio más alto de la ciudad, otorgándole un perfil único al horizonte urbano. Su fuste de forma piramidal rematado por una cúpula y una aguja son pura armonía arquitectónica.
Para los más intrépidos, subir los más de 200 empinados escalones de la torre es una experiencia memorable que se ve recompensada con las inmejorables vistas panorámicas sobre Oporto desde lo alto. Se divisa toda la ciudad amurallada, sus tejados, el río Duero y las pintadas casas del barrio de Ribeira.
La Iglesia que da nombre al conjunto es en sí misma una joya barroca, con una fachada exquisitamente decorada con volutas y esculturas. Su interior de planta ovalada y nave única rebosa suntuosidad, con bóvedas ricamente ornamentadas y capillas laterales recubiertas de mármoles polícromos y azulejos.
Tanto la Torre de los Clérigos como la Iglesia fueron erigidas en el siglo XVIII por la Hermandad de los Clérigos Pobres a la que da nombre. Esta institución secular tenía como fin asistir económicamente a sacerdotes desfavorecidos. Hoy el conjunto es Monumento Nacional y uno de los grandes iconos del Oporto tradicional.
Plaza de la Libertad (Praça da Liberdade)
En pleno corazón de Oporto se abre actualmente un ambicioso proyecto urbanístico destinado a convertirse en uno de los grandes espacios públicos de la ciudad: la Plaza de la Libertad. Con un diseño inspirado en la famosa Plaza de la Concordia parisina, esta futura plaza circular gigante de 126 metros de diámetro supondrá un nuevo punto de reunión de referencia.
Las obras, iniciadas en 2021, contemplan la construcción de majestuosos edificios residenciales y comerciales delimitando la plaza, con entradas monumentales o «arcos del triunfo». En el centro, se ubicarán fuentes ornamentales, jardines y esculturas creando una gran área verde y peatonal.
La Plaza de la Libertad supondrá la apertura del casco histórico tradicional de Oporto, permeabilizando el tejido urbano y mejorando la movilidad y accesibilidad en una zona particularmente densa.
A pesar de las voces críticas por la envergadura del proyecto y su impacto sobre la fisionomía tradicional, lo cierto es que esta nueva plaza aportará un soplo de aire fresco al centro.
Murallas de Oporto
Muralla Primitiva y Fernandina
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Las antiguas murallas defensivas que un día protegieron a Oporto son testigos mudos del pasado bélico de la ciudad. La Muralla Primitiva o Muralha Velha data de los siglos XI-XII, cuando Oporto era solo un pequeño burgo amurallado en la ribera del Duero. De esa cerca medieval que rodeaba la urbe originaria hoy solo se conservan algunos lienzos, cubos y la puerta acodada de Arrâbida entre edificaciones.
Pero sin duda, la más imponente es la Muralla Fernandina o Muralha Fernandina, una colosal obra de 5 kilómetros de longitud que amplió el perímetro defensivo de la ciudad medieval a partir del siglo XIV. Este grandioso cinturón amurallado reforzado con numerosas torres y puertas monumentales como la del Olival o de Quintela resistió numerosos asedios a lo largo de su historia.
Actualmente, varios tramos de la Muralla Fernandina se mantienen en pie y pueden recorrerse, permitiendo apreciar el espesor de sus muros de granito y el impresionante despliegue de recursos que requirió su construcción para la época. Deambular por sus adarves y torreones es retroceder al Oporto bajomedieval de una forma muy tangible.
Estas fortificaciones hoy en día forman parte del patrimonio histórico de la ciudad y son un recurso turístico muy valorado. Su preservación permite entender la importancia estratégica que la ciudad revestía antaño como plaza militar y comercial.
Ribeira
La zona más hermosa de Oporto
El barrio de Ribeira, arraigado a las orillas del río Duero, es sin duda una de las zonas más pintorescas, fotogénicas y mejor conservadas de Oporto. Sus retorcidas callejuelas medievales creando un auténtico laberinto urbano, las fachadas de las casas enjalbegadas en tonos ocres y azules, las plazoletas y miradouros con vistas al Duero…Todo ello confiere una atmósfera mágica al lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Pasear sin rumbo por Ribeira es una experiencia obligada para todo visitante. En cada recodo surge una estampa cautivadora digna de una postal: Las típicas casas apretujadas formando un abigarrado caserío, adornadas con ropas tendidas en las alturas y macetas en los balcones, los bulliciosos restaurantes al aire libre ofreciendo cazuelas humeantes, algún fado resonando al fondo…Toda una inmersión en la esencia portuense.
Visitar Ribeira a últimas horas de la tarde es especialmente recomendable, cuando la luz cálida del atardecer baña las fachadas y las vistas del Puente de Luis I sobre el Duero son sencillamente apoteósicas. Caminar por su ribera portuaria, descubriendo huertos colgantes y barcazas varadas, es un placer para los sentidos.
Sin duda, Ribeira encarna la auténtica Oporto, con su mezcla de acentos tradicionales y ambiente bullicioso pero acogedor. Un barrio que bien vale un par de días de exploración pausada para descubrir todos sus encantos.
Palacio de la Bolsa
El majestuoso Palacio de la Bolsa de Oporto es una de las construcciones más opulentas y deslumbrantes del Portugal decimonónico. Este edificio neoclásico, erigido entre 1834 y 1910, fue la legendaria sede de la influyente Asociación Comercial portuense cuando la ciudad vivía su Edad de Oro como gran emporio mercantil.
La grandiosidad del Palacio de la Bolsa es ya patente desde el exterior, con su sobria fachada clasicista de columnas y frontón triangular que encarna la solidez burguesa. Pero es en su interior donde la ostentación y el lujo alcanzan su máxima expresión, con profusión de mármoles, arabescos tallados, estucos dorados y detalles decorativos de influencia árabe por doquier.
La joya arquitectónica del Palacio es sin duda la famosa Sala de la Bolsa o Salón Árabe, una auténtica filigrana decorativa neoárabe de estilo casi Oriental. Sus paredes revestidas con motivos geométricos árabes tallados en madera de nogal, yeserías caladas, artesonados y una espectacular claraboya con forma de palmera dejan sin habla al visitante. Un verdadero capricho artístico digno de los palacios de Las Mil y Una Noches.
Visitar el Palacio de la Bolsa es sumergirse en la magnificencia arquitectónica y el refinamiento de la alta burguesía mercantil portuense en su época dorada. Las visitas guiadas son muy recomendables para desentrañar todos los detalles artísticos y comprender la historia y el poder económico que este inmueble representa. También hay que aprovechar las vistas desde la plaza justo en frente del mismo.
Café Majestic
Adentrarse en el Café Majestic de Oporto es como retroceder en el tiempo a la Belle Époque, cuando la capital norteña era un hervidero cosmopolita pleno de elegancia y riqueza. Este icónico café-restaurante inaugurado en 1921 es un deslumbrante ejemplo de la arquitectura art nouveau en todo su esplendor.
Desde el momento en que se cruza el discreto zaguán de acceso, el visitante es transportado a un universo mágico y atemporal. El lujoso interior rebosa detalles ornamentales exquisitos propios del modernismo: mármoles de colores, maderas nobles talladas, espejos grabados, arañas de cristal, una barra bellamente labrada y multitud de labores de orfebrería en paredes y techos dejan sin aliento.
El Café Majestic encarna el espíritu de los grandes cafés portugueses de la época dorada, evocando los ambientes decadentes y refinados de los bares notables porteños como el Tortoni de Buenos Aires. Una visita obligada para dejarse cautivar por el glamour de otra era.
Iglesia do Carmo
La Iglesia do Carmo, o Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, es una de las joyas barrocas más impresionantes de Oporto. Su exuberante fachada cubierta de azulejos azules y blancos representa escenas de la vida de la Virgen y la Orden del Carmelo. Esta espectacular «piel» de cerámica vidriada es uno de los mejores ejemplos del arte del azulejo religioso portugués.
Pasear alrededor del templo admirando los paneles cerámicos con escenas como la Visitación, la Huida a Egipto o la Imposición del Escapulario es una experiencia única. No hay mejor ejemplo del barroco «plateresco» que esta fachada cubierta de «encajes» de azulejo.
Livraria Lello y Harry Potter
La Librería Lello (Livraria Lello en portugués) es posiblemente una de las librerías más bellas y fotografiadas del mundo. Su insólito interior de madera tallada y su sugestiva escalera de caracol de inspiración gótica cautivan a propios y extraños. No es de extrañar que se diga, aunque difícil de chequear, que sirvió de inspiración a J.K. Rowling durante sus años como profesora en Oporto para crear la atmósfera mágica de las novelas de Harry Potter.
Fundada en 1906, esta librería patrimonial es un auténtico surviving del modernismo y la Belle Époque portuense. Sus artesonados y columnas neogóticas en madera de nogal, sus paneles de vitral emplomado, sus arcos ogivales y arabescos calados…Todo ello contribuye a crear un ambiente gótico-renacentista casi de ficción.
La afluencia de visitantes a la Librería Lello es tal que se ha tenido que establecer un sistema de entradas con coste para poder admirar sus interiores. Pero bien vale la pena pagar por entrar en este singular templo del libro con aires de castillo medieval y sumergirse en una atmósfera mágica y atemporal. No hay mejor recuerdo que llevarse que hacerse una foto en su célebre escalera de caracol.
Teleferico de Gaia
El Teleférico de Gaia o Teleférico do Puente Luis I es una forma muy especial de cruzar el río Duero y disfrutar de vistas panorámicas únicas sobre Oporto. Este sistema de cabinas suspendidas funciona desde 2011 uniendo la ciudad con la vecina villa de Gaia en apenas 3 minutos de travesía aérea.
La suave elevación permite contemplar perspectivas impresionantes de la ribera portuense y sus barrios históricos como Ribeira y Miragaia, con los antiguos muelles fluviales y el patrimonio edificado desplegado ante los ojos. Cruzar suspendidos sobre el Puente de Luis I con la imponente estructura bajo los pies es también una experiencia singular.
En la vertiente de Gaia, el teleférico desembarca en el jardín del Convento da Serra do Pilar, gozando además de inmejorables vistas de la Ciudad Invicta. En definitiva, el Teleférico do Puente Luis I es una atracción muy recomendable tanto para quien busque cruzar el Duero de forma cómoda y panorámica como para los amantes de las emociones con altura.
Jardim do Morro
El Jardim do Morro es un pequeño y fresco oasis verde en pleno corazón de Oporto. Situado en un promontorio sobre el río Duero, estos apacibles jardines ofrecen vistas espectaculares de la ribera, el barrio de Ribeira y los puentes que cruzan el río.
Pasear por sus senderos umbrosos flanqueados por fuentes, pérgolas y bancos es un auténtico placer para escapar del bullicio urbano. La vegetación de pinos, cedros, abetos y otras especies botánicas conforma un jardín a la inglesa de corte romántico donde reina la tranquilidad.
Una de las grandes atracciones del Jardim do Morro son, sin duda, las increíbles vistas que se disfrutan desde sus miradores y la terraza panorámica. Desde allí se divisa un perfil completo del pintoresco caserío de Ribeira, las barcazas y navíos atracados, y los puentes de hierro de Luis I y María Pía recortándose sobre el Duero. Todo un espectáculo visual que cada visitante debería disfrutar.
Miradores
Una de las grandes experiencias que Oporto ofrece es disfrutar de sus múltiples miradores panorámicos que, como pequeños balcones urbanos, permiten admirar la ciudad desde privilegiadas perspectivas. He aquí algunos de los más espectaculares:
- Miradouro de la Serra do Pilar: Ubicado junto al Monasterio de la Serra do Pilar en Vila Nova de Gaia, este mirador con jardines aterrazados ofrece vistas extraordinarias de Oporto con el río Duero en primer plano. Sus barandillas en forma de proa de barco agregan un toque marinero.
- Miradouro da Ribeira: Situado en lo alto de la zona monumental de Ribeira, este mirador permite apreciar las típicas casas apretujadas de este barrio ribereño y el trazado ovoide del río. Las mejores vistas son al anochecer, cuando se iluminan los puentes.
- Miradouro da Vitória: Un clásico mirador que ofrece perspectivas de la Iglesia y Torre de los Clérigos. Permite apreciar esta emblemática construcción barroca casi en su totalidad.
El McDonalds más pintoresco del mundo
En el corazón de la bohemia Oporto se encuentra uno de los McDonald’s más impresionantes y fotografiados del planeta. Este establecimiento de la famosa cadena de comida rápida ocupa, nada más y nada menos, que el emblemático edificio del antiguo Café Imperial, todo un icono art decó de la ciudad en los años 30.
Cuando McDonald’s se instaló aquí en 1995, tuvo el acierto de conservar gran parte de los deslumbrantes detalles originales del inmueble. Así, mientras disfrutas de una Big Mac, podes maravillarte con los espectaculares techos artesonados y arañas de cristal, la impresionante pared de vidrieras emplomadas de colores y la ornamentada escalera que corona una majestuosa águila imperial.
A pesar de que la oferta gastronómica sigue siendo la misma que en cualquier otro restaurante McDonald’s, visitar esta joya patrimonial rehabilitada de Oporto es casi una obligación para los amantes de la arquitectura y del arte decó. Pocos establecimientos de comida rápida pueden presumir de contar con un escenario tan noble y distinguido.
Street Art: El Conejo de Bordalo II
Una de las esculturas urbanas más fotografiadas y reconocibles de Oporto es sin duda El Conejo de Bordalo II. Esta enorme figura de un conejo hecha con materiales reciclados se ha convertido en un verdadero icono del arte callejero en la ciudad.
La obra pertenece al artista portugués Bordalo II (Artur Bordalo), conocido por sus esculturas de animales creadas con desechos y objetos encontrados, denunciando el impacto de los residuos en el medio ambiente de forma ingeniosa e impactante.
Más que una simple obra de arte urbano, El Conejo de Bordalo II se ha convertido en un verdadero punto de peregrinaje para turistas y locales.
Esta enorme pieza de «ensamblaje» es una muestra del creciente protagonismo del arte callejero en Oporto. Bordalo II ha logrado convertir su visión ecologista en una atracción turística duradera y muy fotogénica.
