Escribí un libro.
Siempre me ha costado mucho dormir durante los viajes; no sé si es por estar alerta todo el tiempo, pero duermo poco y nada. A veces ocupo el tiempo leyendo, programando o simplemente mirando alguna película si hay algún estreno en el sistema de entretenimiento a bordo. Pero desde hace un tiempo, empecé a escribir en notas las ideas que me iban surgiendo para algunas historias de ficción: en la app del iPhone, en archivos de texto en la laptop o, últimamente, directamente en Google Docs cuando ya tenía algo más o menos encaminado.
Y así fue como nació mi primer libro, entre vuelo y vuelo, escala larga o el commute en tren hacia la oficina (muy de vez en cuando 😜).