Río de Janeiro es una de las ciudades más bonitas que hemos conocido de Brasil. Además de haber disfrutado de sus playas como Leblon, Ipanema, Copacabana, Vermelha y visitado el Pan de Azúcar, entre otras actividades, subimos al Cristo Redentor o como lo llaman también «Cristo de Corcovado» en honor al cerro en el que se ubica.